La experiencia de viajar en avión dentro de Sudamérica presenta realidades económicas muy distintas, con una brecha significativa entre los mercados más asequibles y los más onerosos. En este panorama, Ecuador se consolida como el segundo país con los vuelos domésticos más caros de la región. Esta posición impacta directamente en la conectividad interna, el turismo y el bolsillo de los ciudadanos.
Un ranking elaborado con ayuda del asistente de Inteligencia Artificial de Google (Gemini), analiza los costos promedio de boletos de ida y vuelta en rutas de referencia, sitúa a Ecuador solo por detrás de Bolivia. El análisis considera no solo la tarifa base, sino también el peso de las tasas aeroportuarias y los impuestos, estos valores se encuentran reflejados en los sitios oficiales de las diferentes aerolíneas exploradas. Además, tiene en cuenta el nivel de competencia. Estos factores explican por qué volar distancias cortas en territorio ecuatoriano resulta desproporcionadamente costoso.
El podio de los vuelos más caros
El país que encabeza la lista como el más caro para vuelos domésticos es Bolivia, con un precio promedio de 178 dólares en su ruta troncal La Paz-Santa Cruz. El factor principal es una competencia de aerolíneas más limitada. Esto impide que las tarifas bajen por la presión de un mercado de bajo costo consolidado.
Inmediatamente después se encuentra Ecuador, con un precio promedio de 135 dólares para su “puente aéreo” entre Quito y Guayaquil. A pesar de tener rutas muy cortas, el principal motivo de su elevado costo son las altas tasas aeroportuarias. Estas tasas representan un porcentaje significativo del boleto. Esto provoca que el precio por kilómetro volado sea uno de los más onerosos de Sudamérica. Este factor es crítico para la competitividad turística del país.
El tercer lugar lo ocupa Perú, con un costo promedio de 115 dólares en la popular ruta Lima-Cusco. Aunque tiene un mercado competitivo, la alta demanda turística influye en los precios. Además, el Impuesto General a las Ventas (IGV) del 18% y la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUUA) mantienen los precios en la franja alta de la región.
Un análisis detallado de los vuelos domésticos y sus rutas
La conectividad aérea doméstica en Ecuador está gestionada por tres aerolíneas principales: LATAM Ecuador, Avianca Ecuador y Aeroregional. Esta concentración de operadores contribuye a un escenario de menor competencia. Como resultado, las tarifas base tienen menos presión a la baja en comparación con otros mercados de la región.
El país cuenta con una red de aeropuertos que incluye importantes terminales internacionales como el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre (UIO) en Quito y el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo (GYE) en Guayaquil. Para los vuelos domésticos, son clave el Aeropuerto Mariscal La Mar (CUE) en Cuenca, el Aeropuerto Ciudad de Catamayo (LOH) en Loja, el Aeropuerto Francisco de Orellana (OCC) en Coca, y los aeropuertos ecológicos de Galápagos (GPS y SCY). Estos son esenciales para la conectividad con la región insular.
Las principales rutas aéreas domésticas reflejan esta dinámica de alto tráfico y costos. La ruta Guayaquil-Quito (GYE-UIO) es el “puente aéreo” del país. Esta ruta une los dos centros económicos más grandes en unos 50 minutos. La ruta Quito-Manta (UIO-MEC), de 48 a 55 minutos, conecta la capital con la costa de Manabí. Las tarifas de solo ida, en octubre de 2025, oscilan entre $56 y $65 USD. Finalmente, Guayaquil-Cuenca (GYE-CUE), un vuelo corto de 40-45 minutos, es vital. Esto se debe a una geografía montañosa que dificulta el transporte terrestre.
Argentina y Brasil: Impuestos y distancias marcan el precio
Cerrando el top 5 de los países más caros se encuentran Argentina y Brasil. Con un precio promedio de 110 dólares, la posición de Argentina se debe a su elevada y compleja carga impositiva. Aunque la competencia ha reducido las tarifas base, el precio final que paga el pasajero es alto. Esto se debe a una serie de tasas. Brasil, con un promedio de 95 dólares, figura en la lista debido a las enormes distancias de sus vuelos internos. Las considerables “taxas de embarque” también se suman al boleto en sus múltiples aeropuertos.
Colombia tiene precios de vuelos domésticos más competitivos
En el extremo opuesto del espectro, Colombia se consolida como el país más barato para volar en Sudamérica. Este logro no es casualidad. Es el resultado de una competencia feroz entre aerolíneas tradicionales y un robusto ecosistema de operadores de bajo y ultra bajo costo (Wingo, JetSMART). Esta dinámica genera una constante oferta de promociones y tarifas base extremadamente bajas. Incluso después de sumar impuestos, resultan en los precios finales más competitivos. Chile y Perú (a pesar de su tercer puesto en costo) también se benefician de una fuerte competencia. Esta situación mantiene los precios a raya en muchas de sus rutas.
La situación de Ecuador en este ranking subraya la necesidad de revisar las políticas de tasas aeroportuarias. Además, es importante fomentar una mayor competencia para hacer que los vuelos domésticos sean más accesibles. Esto, a su vez, impulsaría la conectividad y el desarrollo económico y turístico del país.
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