el Banco Mundial prevé nuevas caídas de precio

el Banco Mundial prevé nuevas caídas de precio


El Banco Mundial proyecta que el precio del cacao caerá un 3% adicional en el 2026 tras el desplome del 37,49% registrado en 2025. Según el organismo esta tendencia será impulsada por el superávit global previsto y por la mejora de la oferta agrícola en África Occidental. La nueva fase bajista alivia a procesadores y fabricantes de chocolate, pero profundiza la crisis de ingresos para miles de productores en África, América Latina y el sudeste asiático.

La industria del chocolate y el precio del cacao

Las últimas proyecciones del Banco Mundial confirman que el mercado del cacao entra en una etapa de moderación prolongada. El organismo estima una caída del 9% en su índice para 2025 y un descenso adicional del 3% para 2026. El ajuste responde al superávit proyectado de 186.000 toneladas para la temporada 2025/2026, el mayor en dos años.

Los futuros del cacao ya reflejan estas expectativas. En noviembre, el contrato para marzo de 2026 cerró en 5.401,00 dólares por tonelada, marcando una pérdida mensual del 11,36% y un desplome anual del 37,49%. Son niveles no registrados desde enero de 2024, lo que confirma un ciclo bajista que gana fuerza con cada actualización climática y agrícola.

Para la industria de chocolate y derivados, la caída representa un alivio directo. Empresas como Hershey, Nestlé, Mars o Barry Callebaut enfrentaron altos costos entre 2023 y 2024. En esos años el cacao llegó a niveles récord y obligó a aplicar estrategias como la shrinkflation, (reduflación). La shrinkflation ocurre cuando una empresa reduce el tamaño o la cantidad del producto, pero mantiene el mismo precio. El consumidor paga lo mismo, pero recibe menos.

Recuperación de volúmenes en la industria

El cacao puede representar entre el 70% y el 80% del costo total de producción de chocolate. Con precios más bajos, las procesadoras recuperan espacio para operar con mayor estabilidad tras dos años de presión financiera. La manteca de cacao, un componente clave para chocolateras, cayó 75% este año, permitiendo que las industrias ajusten precios y renegocien contratos.

Los grindings, que son el volumen total de cacao procesado en fábricas, empiezan a mostrar posibles señales de recuperación. Europa registró una caída del 7,2% y Asia del 17% en el tercer trimestre, producto de la “destrucción de demanda” generada por los precios altos. El abaratamiento actual facilita el retorno paulatino a niveles normales, aunque su ritmo dependerá de la demanda global de chocolate en 2026.

Los analistas señalan que la baja del cacao permite revertir reformulaciones con menos contenido de cacao, una práctica que afectó la calidad percibida por consumidores. También permitiría detener incrementos sucesivos en supermercados europeos y estadounidenses.

¿Bajará el precio del chocolate para el consumidor?

Pese al descenso del cacao, los consumidores no verán rebajas inmediatas. Fabricantes citan costos que siguen altos en energía, transporte, empaques y mano de obra. Además, muchos trabajan con contratos de suministro a largo plazo que reflejan precios de 2023 y 2024.

En Alemania, por ejemplo, las asociaciones de comercio anticipan que los precios del chocolate no bajarán pronto debido a la debilidad de la demanda y a acuerdos de compra firmados antes del desplome actual. El retraso entre la caída del costo agrícola y su traslado a góndolas podría tomar más de un año.

En Estados Unidos, la situación es similar. Las ventas de chocolate para Halloween cayeron 21%, lo que obliga a marcas como Hershey a priorizar estabilidad en precios antes que reducciones bruscas.

Productores de cacao los más afectado  

Mientras la industria celebra, los productores enfrentan un escenario radicalmente distinto. Países como Ghana, Costa de Marfil, Ecuador o Colombia reciben menos ingresos por tonelada, lo que profundiza la fragilidad financiera por el incremento de costos de fertilizantes, transporte interno y mano de obra. Para la economía de Ecuador, este es un asunto clave.

Para miles de agricultores, una caída del 50% en precios durante dos años consecutivos implica ingresos por debajo del costo de producción. Organismos como el ICCO advierten que, aunque el superávit estabiliza al mercado, los riesgos climáticos —como lluvias excesivas o nuevas sequías— pueden generar picos de volatilidad inesperados.

El desafío para 2026 será doble: garantizar precios sostenibles para pequeños productores y asegurar que la industria no profundice inequidades en la cadena de cacao.

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