El ahorro de dinero se ha convertido en una necesidad en la mayoría de los hogares ecuatorianos. Con ingresos ajustados y precios en aumento, muchas familias buscan alternativas que les permitan mantener estabilidad financiera sin reducir su calidad de vida. Según la economista María Fernanda Cedeño, en economía doméstica, aplicar hábitos financieros sostenibles puede marcar la diferencia entre vivir al día y lograr metas a largo plazo.
Entre los principales consejos, ella destaca cinco prácticas de ahorro que pueden implementarse de forma inmediata, sin afectar los gastos esenciales ni el bienestar familiar.
1. Elaborar un presupuesto mensual realista
El primer paso para controlar los gastos es registrar los ingresos y egresos de cada mes. La especialista recomienda anotar todos los pagos, desde los básicos —como arriendo, servicios y alimentación— hasta los pequeños desembolsos diarios.
“Un presupuesto permite identificar fugas de dinero y establecer un plan de ahorro acorde con las posibilidades reales del hogar”, explica Cedeño. Herramientas digitales como hojas de cálculo o aplicaciones móviles ayudan a realizar este seguimiento sin complicaciones, agrega.
2. Aplicar el método 50-30-20
Este sistema de planificación divide los ingresos mensuales en tres partes: 50 % para necesidades básicas, 30 % para gastos personales o recreativos y 20 % para ahorro o pago de deudas.
Cedeño indica que este método facilita la organización del dinero disponible y promueve la disciplina económica. En caso de ingresos variables, se aconseja ajustar los porcentajes, pero sin eliminar el componente de ahorro.
3. Reducir los gastos hormiga
Pequeños consumos diarios, como café, transporte por aplicación o compras impulsivas, pueden representar una pérdida significativa al final del mes. Detectar estos gastos y sustituirlos por alternativas más económicas —como preparar alimentos en casa o usar transporte público— contribuye a incrementar el ahorro sin grandes sacrificios.
Según expertos en educación financiera, cerca del 60 % de los hogares gasta más de lo planificado por compras no presupuestadas, lo que limita su capacidad de ahorro.
4. Crear un fondo de emergencia
Ahorrar para imprevistos es fundamental. Por ello, la economista recomienda destinar entre el 10 y el 15 % de los ingresos mensuales a un fondo de reserva. Este recurso permite enfrentar gastos inesperados como reparaciones, enfermedades o pérdida de empleo, sin recurrir a créditos ni endeudamiento.
“El fondo debe mantenerse en una cuenta separada del presupuesto principal y no usarse para gastos cotidianos, lo que refuerza la seguridad financiera del hogar”, manifiesta la economista.
5. Comprar con planificación y comparar precios
La planificación de las compras evita desembolsos innecesarios. Hacer listas previas y comparar precios entre tiendas o plataformas ayuda a optimizar el gasto. Además, aprovechar promociones y descuentos en productos de uso frecuente representa un ahorro acumulado a lo largo del año.
La aplicación de estos cinco hábitos requiere organización, constancia y compromiso familiar. Establecer metas claras, revisar los resultados mensuales y realizar ajustes según las necesidades permite mejorar la salud económica del hogar.
Especialistas en educación financiera coinciden en que ahorrar no significa privarse, sino administrar con inteligencia cada ingreso. Con pequeñas acciones sostenidas, las familias pueden enfrentar mejor los imprevistos y avanzar hacia objetivos como la educación, vivienda o emprendimiento.





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