La reciente eliminación del subsidio al diésel ha abierto un intenso debate económico en Ecuador. La medida, implementada por el presidente Daniel Noboa, sinceró el precio de este combustible. Ahora, la atención se centra en otro de los pilares de la economía familiar: el subsidio al gas de uso doméstico. Los ciudadanos se preguntan cuál sería el costo real que deberían pagar por cada cilindro si el Estado retirara esta ayuda histórica. La respuesta revela una diferencia abismal entre el valor actual y el precio de mercado.
Para entender la magnitud del debate, es clave conocer las cifras oficiales. Según la proforma del Presupuesto General del Estado 2024, el gobierno destina una cantidad colosal a subsidios. El monto total asciende a USD 7.799,56 millones entre aportes a la seguridad social y otras ayudas. De esta cifra, los combustibles representan el rubro más grande, con un costo proyectado de USD 3.092,67 millones para ese año.
Dentro de este grupo, el Gas Licuado de Petróleo (GLP), o gas de uso doméstico, ocupa un lugar protagónico. El Estado ecuatoriano presupuestó USD 737,20 millones solo para mantener bajo el precio del gas en 2024. Este es el costo que asumen todos los ecuatorianos a través de los impuestos. El subsidio al gas es, por tanto, una de las ayudas sociales más costosas y generalizadas que mantiene el país. Históricamente, el sector doméstico es el principal beneficiario de las subvenciones a los combustibles.
El Espejo del Diésel: Una Nueva Realidad de Precios
La discusión sobre el subsidio al gas no puede ignorar el precedente del diésel. Tras el decreto del presidente Noboa, el precio de este combustible dejó de ser fijo. A fecha de hoy, 19 de septiembre de 2025, el costo del galón de diésel se ubica en USD 2,80. Este valor, que antes rondaba los USD 1,80, refleja ahora los costos reales de importación y comercialización. Esta medida, aunque impopular, busca reducir el gasto estatal en más de mil millones de dólares anuales.
Este sinceramiento de precios en el diésel muestra el camino que podría seguir cualquier otro combustible. Aunque el Gobierno ha negado planes para eliminar el subsidio al gas, el análisis económico permite calcular el impacto potencial. El cambio en el diésel, acompañado de compensaciones a transportistas, es un modelo que genera muchas preguntas sobre su aplicabilidad a un bien de consumo tan masivo y sensible como es el gas de uso doméstico.
El Verdadero Precio del Cilindro de Gas Doméstico
Actualmente, el precio oficial del cilindro de gas de 15 kilogramos en los centros de distribución es de USD 1,65. Este valor, que ha permanecido casi congelado durante años, es posible gracias al millonario subsidio al gas que cubre el Estado. Sin embargo, el costo real de producción e importación de ese mismo cilindro es mucho mayor.
Según análisis de mercado y cálculos de verificación, el precio del GLP sin subsidio sería de aproximadamente USD 0,72 por kilogramo. Esto significa que un cilindro de 15 kilogramos, que hoy cuesta USD 1,65, pasaría a costar USD 10,87 en los puntos de venta autorizados. Este cálculo revela que el Estado asume más del 84% del costo real del gas que llega a los hogares. Si se incluye el servicio de entrega a domicilio, el precio final para el consumidor podría superar los USD 12,70.
El impacto de una eventual eliminación del subsidio al gas sería, por tanto, mucho más severo que el del diésel. Multiplicaría por más de seis veces el precio actual, afectando directamente la canasta básica y la capacidad adquisitiva de millones de familias ecuatorianas. Mientras el debate continúa, las cifras demuestran la enorme dependencia que tiene la economía doméstica de esta ayuda estatal.
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