Desde que recuperó el control de su vida en 2021, Britney Spears ha experimentado momentos de alegría y comportamientos que generan alarma en su entorno. Videos recientes y testimonios cercanos evidencian la compleja relación entre su libertad recién adquirida y la preocupación por su bienestar.
La vida privada de Britney Spears se encuentra nuevamente bajo escrutinio público. Según Daily Mail, la artista de 43 años atraviesa un período de inestabilidad tras el fin de la tutela legal que controló su vida personal y financiera durante 13 años.
El entorno familiar de Spears describió la situación como límite. Una fuente cercana afirmó: “Estamos preocupados, no está bien en absoluto. Su casa es un desastre. No limpia los desechos de los perros, no hay nadie que limpie diariamente, simplemente no está funcionando como lo haría un adulto”. Los allegados aseguran que este patrón se repite desde hace años, y aunque se monitorea, no hay intervención prevista.
#FreeBritney y la presión social
El movimiento #FreeBritney, que puso fin a su tutela, sigue generando presión indirecta. “Es un círculo interminable, porque si alguien intenta intervenir, la comunidad #FreeBritney vuelve a involucrarse”, señaló un familiar. Desde entonces, la cantante ha mostrado episodios de baile y conductas consideradas extrañas, incrementando la incertidumbre sobre su estado emocional.
Pese a las señales de alarma, algunos cercanos aseguran que Britney se siente bien y disfruta de su libertad. “Ella piensa que está bien. No le preocupa cómo actúa… hace lo que quiere”, relató una fuente. Sin embargo, la opinión mayoritaria en el entorno es de preocupación profunda. “La amamos, y ahora tememos de verdad por su futuro. No es la Britney que conocemos. Es realmente aterrador”.
Antecedentes de crisis y tutela legal
Los altibajos de Spears no son nuevos. Su historial incluye la crisis de 2007, cuando se rapó la cabeza tras salir de rehabilitación, y la tutela que comenzó en 2008, extendiéndose durante 13 años bajo la supervisión de su padre, Jamie Spears. Durante este período, Britney continuó trabajando y produciendo discos, pero bajo estricta vigilancia.
El vínculo con sus hijos Sean Preston y Jayden James es distante. Ambos viven en Hawái con su padre, Kevin Federline, y según testimonios, se sienten avergonzados por la conducta de su madre. Jayden ha declarado que reparar la relación llevará tiempo y esfuerzo. La relación con sus hijos se mantuvo alejada incluso de eventos significativos como su boda con Sam Asghari en 2022.
Britney y su exposición pública y redes sociales
Desde que recuperó el control de sus redes sociales, Britney ha incrementado su exposición pública, compartiendo videos y fotografías de tono provocador que han generado preocupación entre sus seguidores y cercanos. Situaciones como bailar con cuchillos o imágenes desnuda refuerzan la percepción de que su bienestar emocional sigue siendo frágil.
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