El riesgo país de Ecuador ha disminuido significativamente, alcanzando una cifra de 733 puntos básicos, lo que indica un cambio positivo en la percepción de los mercados internacionales sobre la situación económica del país.
El riesgo país de Ecuador se ha reducido a 733 puntos básicos, la cifra más baja registrada desde el año 2022. Esta disminución representa una señal de confianza de los mercados internacionales, quienes perciben una menor probabilidad de incumplimiento de las obligaciones financieras del Estado. Este indicador, crucial para la atracción de inversiones y la obtención de créditos, se ha visto influenciado por varios factores económicos y políticos recientes.
La baja en el indicador de riesgo país se atribuye, en parte, a la gestión fiscal del actual Gobierno, que ha implementado medidas para estabilizar las finanzas públicas. La disciplina fiscal y el fortalecimiento de las relaciones con organismos financieros internacionales han jugado un papel fundamental en esta tendencia. Por primera vez en meses, los mercados ven con optimismo la capacidad del país para cumplir sus compromisos y mantener la estabilidad a largo plazo.
Un contexto de altibajos: el riesgo país en el último quinquenio
El comportamiento del riesgo país en Ecuador durante los últimos años ha sido notablemente volátil. En 2020, durante la pandemia de COVID-19, este indicador se disparó por encima de los 6.000 puntos, lo que reflejó la incertidumbre económica y la severa crisis de liquidez que enfrentaba el país. Este nivel histórico dificultó el acceso a financiamiento y elevó el costo de la deuda para el Estado y las empresas. En 2023, en medio de la crisis de seguridad y la paralización de la actividad económica, el riesgo país volvió a incrementarse, superando los 2.000 puntos.
El riesgo país cae a uno de sus niveles más bajos en 3 años, pero sigue lejos del promedio regional
El descenso a los 733 puntos actuales es un reflejo de un cambio de percepción en los mercados. Esta evolución positiva se ha logrado gracias a la ejecución de reformas económicas, la aprobación de leyes fiscales y la mejora de las relaciones con entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. La estabilidad en la política fiscal y la recuperación de la producción petrolera también han contribuido a generar confianza en el país. El riesgo país es un termómetro de la salud económica, y su comportamiento reciente indica que el Gobierno está logrando estabilizar las finanzas públicas.
Proyecciones y desafíos futuros
A pesar de esta mejoría, analistas advierten que la puntuación de 733 puntos aún está por encima del promedio regional y que la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de la continuidad de las reformas estructurales y la política fiscal. El riesgo país sigue siendo un indicador clave de confianza, y su fluctuación puede verse afectada por eventos tanto internos como externos. Mantener la disciplina fiscal y la estabilidad política será crucial para que el indicador continúe en descenso. La gestión del Gobierno, especialmente en temas como el fortalecimiento del sector productivo y la inversión en infraestructura, será determinante para consolidar esta tendencia.
La meta a largo plazo es lograr una puntuación que sitúe a Ecuador en un nivel competitivo para la inversión a nivel internacional. El riesgo país es un termómetro de la salud económica de un país, y la cifra actual sugiere que Ecuador va por el camino correcto para recuperar la confianza y atraer el capital necesario para su desarrollo.
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