Ian Watkins, exlíder de la banda de rock Lostprophets, fue asesinado este fin de semana en la prisión de Wakefield, Inglaterra. Allí cumplía una condena de 29 años por delitos sexuales contra menores. Según informaron las autoridades penitenciarias y la Policía de West Yorkshire, dos internos han sido arrestados como sospechosos de su muerte.
Ataque fatal en prisión
El hecho ocurrió en el interior de la HMP Wakefield. Es un centro penitenciario de alta seguridad ubicado en el norte de Inglaterra, conocido por albergar a algunos de los criminales más peligrosos del Reino Unido. Watkins fue herido con un cuchillo por otro recluso y, pese a recibir atención médica inmediata, falleció debido a la gravedad de las heridas.
La Policía de West Yorkshire confirmó la detención de dos hombres, de 25 y 43 años, quienes permanecen bajo custodia policial mientras se desarrolla la investigación del caso. Por el momento, no se han divulgado sus identidades ni sus antecedentes penales.
El exvocalista ya había sido víctima de un intento de asesinato en 2023. En ese momento, tres reclusos lo apuñalaron, hecho por el cual fue trasladado a un hospital fuera del centro penitenciario. Desde entonces, se encontraba bajo vigilancia especial. Aunque las circunstancias exactas del nuevo ataque aún están bajo análisis.
Condena por delitos sexuales graves
Ian Watkins fue sentenciado en diciembre de 2013 a 29 años de prisión más 6 años bajo licencia, tras admitir múltiples delitos sexuales. Entre los cargos se incluía el intento de violación de un bebé, abuso infantil y la posesión de material de abuso sexual extremo.
El caso provocó una fuerte conmoción en el Reino Unido y a nivel internacional. Esto se debe a la gravedad de los crímenes y al perfil público del acusado. Watkins era conocido como el vocalista de Lostprophets. Era una banda de rock alternativo británica con reconocimiento internacional durante los años 2000.
La investigación contra Watkins se inició tras una orden de registro por delitos relacionados con drogas en su residencia de Pontypridd, Gales, el 21 de septiembre de 2012. En esa ocasión, la policía incautó diferentes dispositivos. Estos incluyeron computadoras, teléfonos móviles y dispositivos de almacenamiento. Su análisis reveló las pruebas incriminatorias.
Reacciones y medidas penitenciarias
Hasta el momento, las autoridades del sistema penitenciario británico no han informado si existían alertas previas de seguridad ni si Watkins se encontraba en régimen de protección debido a la naturaleza de sus delitos. Los crímenes sexuales contra menores suelen colocar a los reclusos en riesgo de agresiones por parte de otros internos.
El Ministerio de Justicia del Reino Unido se limitó a confirmar el fallecimiento del interno. También señaló que se brindará cooperación total con la investigación policial en curso. La prisión de Wakefield cuenta con vigilancia reforzada. Sin embargo, este no es el primer caso de violencia letal entre presos en ese centro.
La noticia de su muerte ha generado reacciones divididas en redes sociales, aunque no se han pronunciado públicamente familiares, abogados o exmiembros de la banda.
El legado de Lostprophets y la caída de su líder
Lostprophets fue una de las bandas británicas de rock alternativo más populares de principios del siglo XXI, con éxitos como Last Train Home y Rooftops. La agrupación se disolvió oficialmente en 2013, poco después de que Watkins fuera arrestado y se hicieran públicas las acusaciones por abuso sexual infantil.
El resto de los integrantes del grupo formó posteriormente una nueva banda bajo otro nombre, alejándose de su antiguo vocalista y condenando públicamente sus crímenes.
La muerte de Ian Watkins pone punto final a una historia marcada por el ascenso musical y la caída criminal de un artista. Este pasó de los escenarios internacionales a una célula de máxima seguridad, acusado de algunos de los delitos más graves registrados por un músico en tiempos recientes.
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